lunes, 1 de septiembre de 2008

Un finde bien riocuartense

La noche del Viernes 29 de Agosto parecía que mi cuerpo estaba en Argentina, ya que me comí un asadaso (acá lo llaman barbacoa) de cerdo iberico impresionante.
Por la tarde fuimos hacer las compras y tuve la suerte de encontrar un viejo amor: “Un Fernet Branca”, fue una emoción total, parecía que el águila me llamaba. Imaginen ustedes que está bebida maravillosa no la toman acá que las botellas tenían una capa de tierra (en Río Cuarto no alcanzan a estar en las góndolas ni un finde) y el pico no tenía dosificador, o sea que era una botella vieja, cosa que a mí me importo una mierda e igual me compre una. Cuando volvimos del supermercado me hice una chocotorta para el postre que me salió para chuparse los dedos, todo indicaba que iba a ser una velada espectacular.
Y así fué, comimos en lo de Paco y fueron Reyes, Carlos y su señora con la hija, mi tía y yo. Paco prendió el fuego mientras yo salaba la carne, acá cortan a la carne en fetas por eso el asado para ellos la carne se hace rápido porque es vuelta y vuelta, si llegan a ir a para allá y los invitan a comer un chivo o un lechón se mueren en la espera. Luego tire la carne en la parrilla chiquita y fui sacando de a tandas. Me di una panzada de carne que ni se imaginan, lo que pasa es que en toda la semana comimos pescado y de carne nada así que me desquité.Fue como los asados en Budapest, parados alrededor de la mesa, vaso de cerveza para la entrada que después cambié por uno de vino que estaba riquisimo para acompañaresa carne, pan calentito sin ensalada ni nada, como debe ser y de postre abrí mi amado y preciado fernet.Me habré tomado unos cuantos vasos, no los conté sólo los tomé por lo que ya estaba medio picadito y para rematarla cuando nos fuimos de lo de Paco me fui a un boliche y me tomé un vodka con sprite y otro trago que no se que era pero estaba rico.
Así que llegue al departamento como a las 6:30 de la mañana, bastante chupao y me acosté a dormir, Al otro día la resaca era impresionante, por eso digo que fue un típico finde argentino a base de comida y bebida de primera calidad; alguna argentinidad me tenía que salir después de 68 días, no?.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro de que te hayas reencontrado con un viejo amor como lo es el águila guerrera.
Con respecto a las fotos, dos comentarios:
1- Con el tamaño de esa parrilla, en Budapest estaríamos cinco días para comer.
2- Con la linea de tres de la segunda foto, le juego hasta al Barça.

Marcela y Sergio dijo...

Ojo con el hígado papi loco
Salud Santi Salud!!!!!!
Un abrazo