jueves, 23 de agosto de 2007
Y la educación: ¿para cuando?
El conflicto existente entre los docentes universitarios (trabajadores) y el Estado es de larga data. Los trabajadores nucleados en sus respectivos gremios pelean por una recomposición salarial, ya que el sueldo del cargo testigo no llega a cubrir la canasta básica. Al parecer este cuento no parece tener un final feliz, por un lado los docentes protestan a través de los paros por un aumento de suelo; por el otro el gobierno que ofrece “chauchas y palitos” aludiendo a que no tiene dinero para afrontar el aumento que los gremios pretenden y en el medio de los dos hay un tercer actor, que no se nombra pero que es uno de los más perjudicados: los alumnos. Esta situación la podemos comparar con el dicho de que “la soga siempre se corta por la parte más fina”, es decir en un extremo se encuentran los docentes, en el medio están los alumnos (la parte más fina de la soga), y en el otro extremo el gobierno. Los alumnos a través de sus representantes manifiestan que comprenden y apoyan a los docentes en su lucha; pero no están de acuerdo en la forma de protesta que están llevando a cabo. A su vez los paros se siguen haciendo lo que produce un malestar en los alumnos. Una particularidad por parte de los docentes es que no están unidos frente al conflicto; ya que hay tres gremios que representan a los docentes: CONADU, CONADU Histórica y FEDUN. Si bien han arreglado entre los tres no firmar ningún acuerdo unilateral con el gobierno, la postura que tiene cada uno hace que estén a la vez separados, y esto frente a semejante conflicto les quita poder a la hora de sentarse a negociar. Con la postura de los docentes de seguir con los paros, como única medida de fuerza, pareciera que no les importa demasiado si los alumnos pierden el cuatrimestre o en algunos casos el año. Esta decisión es la que ha caído mal en los estudiantes ya que estos están atados de pies y manos en el foco de la tormenta sin poder hacer nada. Por su parte el gobierno saca provecho de estas dos tensiones: una el malestar entre docentes y alumnos y la otra, la división gremial de los docentes. Pero aprovecha más la segunda, ya que a la hora de sentarse a negociar el gremio docente está debilitado por que no presentan una postura firme entre los tres gremios. Y cuando el gobierno ofrece algo algunos dicen que sí y otros dicen que no. A su vez hay que preguntarse si la educación pública y gratuita es un tema importante o no para el Gobierno de turno. Por su postura frente a los hechos pareciera que no, ya que el conflicto pareciera que no se va a solucionar. En sí los alumnos pelean por no perder más días de clases con los paros, los docentes por un sueldo digno como trabajadores que son y el Estado mira para otro lado, como ausente, como diciendo este problema por ahora no tiene solución, todavía las papas no queman, y cuando se estén quemando ya lo veremos.
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