El Domingo 8 y el lunes 9 de Julio en la ciudad de Río Cuarto fueron dos días totalmente distintos a los demás, esto fue porque las calles de la ciudad se tiñeron de blanco, de un blanco puro y hermoso como la nieve.
Río Cuarto no vivía este fenómeno desde 1993, pero en esa época la cantidad de nieve que se había acumulado fue menor.
Todos lo vivimos de una manera muy especial, los más chicos seguro lo disfrutaron más, y cada uno a su manera se las ingenió para hacer un muñeco como los que nos muestran los yanquis en sus películas y les aseguro que nos salieron mejor que a ellos.
Los distintos espacios verdes de la ciudad, fueron invadidos por todos los riocuartenses para observar un fenómeno natural que nos dejaba con la boca abierta, y si te descuidabas recibías un bola de nieve de los chicos que estaban jugando a la “guerrita”.
Con el correr de los días la nieve se fue convirtiendo en hielo, lo que hizo que muchos nos patináramos en la calle a la hora de ir a trabajar o ir al colegio.
Pero empezaron a vivirse consecuencias de la nevada, por ejemplo la rotura de los caños, la helada de las plantas, las gripes, etcétera, etcétera.
El lado positivo es que a los plomeros les llovía trabajo, pero los que sufrimos la rotura de los caños fue horrible, irse a bañar al vecino fue una de las tantas cosas que tuvimos que hacer.
Las farmacias, el hospital, las clínicas estaban llenas, todos estaban engripados por el mismo frío que habían tomado esos dos días en que se disfruto la nieve.Pero bueno, como dice el dicho al mal tiempo buena cara; por eso no nos quejemos tanto del resfrío y los caños rotos y agradezcamos de haber disfrutado de un fenómeno único que vaya a saber uno cuando lo volveremos a ver en nuestra ciudad.
Río Cuarto no vivía este fenómeno desde 1993, pero en esa época la cantidad de nieve que se había acumulado fue menor.
Todos lo vivimos de una manera muy especial, los más chicos seguro lo disfrutaron más, y cada uno a su manera se las ingenió para hacer un muñeco como los que nos muestran los yanquis en sus películas y les aseguro que nos salieron mejor que a ellos.
Los distintos espacios verdes de la ciudad, fueron invadidos por todos los riocuartenses para observar un fenómeno natural que nos dejaba con la boca abierta, y si te descuidabas recibías un bola de nieve de los chicos que estaban jugando a la “guerrita”.
Con el correr de los días la nieve se fue convirtiendo en hielo, lo que hizo que muchos nos patináramos en la calle a la hora de ir a trabajar o ir al colegio.
Pero empezaron a vivirse consecuencias de la nevada, por ejemplo la rotura de los caños, la helada de las plantas, las gripes, etcétera, etcétera.
El lado positivo es que a los plomeros les llovía trabajo, pero los que sufrimos la rotura de los caños fue horrible, irse a bañar al vecino fue una de las tantas cosas que tuvimos que hacer.
Las farmacias, el hospital, las clínicas estaban llenas, todos estaban engripados por el mismo frío que habían tomado esos dos días en que se disfruto la nieve.Pero bueno, como dice el dicho al mal tiempo buena cara; por eso no nos quejemos tanto del resfrío y los caños rotos y agradezcamos de haber disfrutado de un fenómeno único que vaya a saber uno cuando lo volveremos a ver en nuestra ciudad.
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